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Arquitectos: Aixopluc, Fake Industries Architectural Agonism; Fake Industries Architectural Agonism, Aixopluc
- Área: 330 m²
- Año: 2015
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Fotografías:José Hevia
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La casa OE es un montaje. Los clientes querían una casa doble, para poder trasladarse de una mitad a la otra según su estado de ánimo. No les gustaba dedicar sus vacaciones a viajar. Preferían pasarlas en la planta baja, cerrando la casa de arriba. Les propusimos reutilizar dos modelos de domesticidad de sobra conocidos: el espacio abierto de las Case Study Houses para los placeres hedonísticos de los meses cálidos, cubierto por los interiores existencialistas de la Maison Jaoul de Le Corbusier para los meses ventosos en la sierra de la Mussara. Y lo hicimos literalmente. El cadáver exquisito resultante (envuelto en el elemento arquitectónico de la península vernacular por excelencia, la persiana de aluminio) asegura la diferenciación esquizofrénica de los dos modos de habitar y al mismo tiempo negocia el encuentro entre los dos tipos.
La familia OE quería un mas (masia propia del sur de Cataluña) con una planta baja para el verano y una planta primera para el invierno, en un campo de avellanos en el límite de Alforja, un pueblo en la falda de las montañas de la Mussara, con un clima más extremo, frío y ventoso que el resto del Baix Camp. El proyecto partió pues de una investigación tipológica sobre las construcciones rurales del Camp y la invención de una membrana estacional reconfigurable según los cambios del tiempo. Aprendiendo de construcciones vecinas, llegamos a un cruce entre un almacén agrícola y un mas. En la casa de verano, habitaciones pequeñas y un gran porche cocina para disfrutar del campo y guardar las herramientas. En la de invierno, elevada sobre los avellanos y olivos, un mecanismo de armarios acoge interiores íntimos bajo bóvedas cerámicas. Para no contribuir al cambio climático, que está alterando y difuminando los ritmos estacionales de nuestras latitudes, desarrollamos una fisiología habitable de ciclo trimestral y diario, de uso sencillo y que permite variaciones complejas. Delimitamos un volumen compacto para proteger a los OE del fuerte viento de Mestral.
El microclima local requiere de interiores con una gran inercia térmica en las semanas frías, y de una elevada capacidad de protección solar y ventilación en los días de calor. Podemos dar una respuesta más eficiente a estas necesidades opuestas construyendo tres casas en una? Las habitaciones en contacto con el suelo agrícola se envuelven con una lámina plegable de policarbonato, que capta la radiación solar en invierno, calentando el piso superior, y se transforma en un gran porche en verano. En la planta primera, los grandes planos de cristal calientan su interior en un día frío y soleado, y en verano las persianas, petición expresa de los OE, crean un gran contenedor de sombra, que refresca el hábitat de abajo. Además, incorporamos la cubierta y la terraza-pérgola como tercer hábitat para disfrutar del tiempo amable que años atrás asociábamos a la primavera y el otoño. Así la casa trasciende sus dos usos esquizofrénicos hacia múltiples ambientes según el tiempo que hace, y el estado de ánimo de sus habitantes.
Este plan se gestó en plena crisis económica. Debíamos proyectar la incertidumbre, trabajar con sistemas abiertos, ingredientes intercambiables y de precisión holgada, explorando dos extremos tangentes entre arqueología e innovación: recuperamos técnicas conocidas por algunos constructores locales como la volta catalana, y adaptamos componentes industrializados que vendrían de más lejos. Toda la casa se podia construir en doce meses. La incesante negociación entre las expectativas de los OE y la naturaleza maleable de esta búsqueda, con respuestas específicas para cada necesidad y a su vez capaces de incorporar cualquier accidente como catalizador positivo, permitió al proyecto evolucionar con los vaivenes y crisis de su proceso de materialización: el banco concedió solo el 70% de la hipoteca que habían pactado inicialmente con los OE. Este imprevisto les llevó a escoger un contratista especializado en el mantenimiento de grandes petroquímicas de Tarragona, que se ajustó al nuevo presupuesto con la condición que solo trabajaría en la obra los días que no tuviese compromisos con estas empresas. Resultó estar siempre muy ocupado. La elección del contratista equivocado alargó la ejecución hasta los cuatro años y medio. Para la supervivencia de la obra, adoptamos una gestión optimista de la adversidad, donde cualquier contratiempo era literalmente una oportunidad para mejorar y reproyectar una casa bien hecha y barata, con un aire de collage y bricolaje, soluciones ad hoc, y un coste menor de lo previsto inicialmente. Los OE, que vivían justo enfrente, pasaban todas las tardes en la obra.
Seguían cosechando aceitunas y frutos secos, cultivando el huerto familiar. Participaron con sus propias manos en partes de la construcción. Cada verano jugaban y se bañaban entre los avellanos, comían en el porche, acampaban en la cubierta, mientras la construcción iba creciendo lentamente. Han vivido la obra y en la obra. Esta larga prueba de resiliencia y paciencia compartida nos ha regalado también una relación estrecha con su familia, los industriales y artesanos. Para celebrarlo, organizamos una calçotada donde todos también colaboramos y nos divertimos.